«El maestro y la chelista de Auschwitz» nos sumerge en el horror nazi y el doble estándar de la música clásica en el Holocausto

Por José Luis Arredondo.

Con un impresionante archivo audiovisual, la TV pública alemana impacta con este documental sobre el rol que jugó la música clásica bajo el Tercer Reich. Por una parte, con el uso y abuso que hizo el nazismo con la obra de compositores como Richard Wagner, y por otra, con el genocidio cometido contra el pueblo judío, muchos de cuyos miembros integraban las orquestas más prestigiosas de Alemania hasta ese momento. Una cinta que golpea por la crudeza de sus imágenes y emociona con los testimonios de sobrevivientes.

«Los prisioneros de Auschwitz, los que quedaron, temen que el mundo no crea lo que ocurrió allí. Allá arrojaban al fuego a personas vivas y sanas. Oíamos sus gritos desde nuestro barracón, y todo lo acompañaban con música. Yo misma tocaba en la banda. A las cosas más horribles (los nazis) le ponían música» – Anita Lasker-Wallfish.

Con estas palabras inicia su testimonio Anita Lasker-Wallfish, judía alemana de Breslau, prisionera confinada en el campo de concentración de Auschwitz en 1943 (luego trasladada a Bergen-Belsen), y sobreviviente del Holocausto. Ella, en ese entonces una muy joven intérprete de violonchelo, salvó con vida gracias a que la hicieron integrar la orquesta que los nazis mantenían en ese lugar de exterminio.

El testimonio de Anita es uno de los ejes narrativos del documental “El maestro y la chelista”; el otro eje es la vida y trayectoria del maestro Wilhem Furtwängler (1886-1954), uno de los más célebres directores de orquesta del siglo XX y quizás el más controvertido, ya que la etapa más fulgurante de su carrera la desarrolló en la Alemania de Hitler, de cuyo gobierno fue figura cultural de primer orden, junto con Richard Strauss y otros “elegidos”.

La cinta es un repaso muy detallado de la música clásica bajo el Tercer Reich (1933-1945), y de cómo los nazis la utilizaron como arma de propaganda política y racial para destacar y ensalzar las supuestas virtudes de la raza aria, en contraposición al pueblo judío y otros sectores de la sociedad, que Hitler y sus colaboradores pretendían borrar del mapa.

«Tenemos un teatro alemán, un cine alemán, una prensa alemana, una literatura alemana, unas artes plásticas alemanas, una música alemana, una radio alemana. La objeción que se nos hacía en el pasado, de que no era posible eliminar a los judíos de la vida artística y cultural, porque eran demasiados y no podríamos llenar ese vacío, ha sido brillantemente refutada» – Joseph Goebbels, ministro de propaganda del Reich.

Valiosa tradición musical

El documental (que está disponible en Youtube) comienza con un breve y claro esbozo de Alemania como una nación con enorme trayectoria musical, en la que la mayoría de la población cultivaba el gusto por la música clásica y sus grandes obras, sin dejar de lado el jazz y las nuevas tendencias artísticas, como la música contemporánea, que compositores como Arnold Schönberg y Alban Berg, por ejemplo, cultivaban con gran éxito.

Este periodo llega a su fin cuando el nazismo asciende al poder con su discurso segregacionista. El régimen de Hitler corta de forma abrupta la continuidad y evolución histórica de algunos “ismos” fundamentales, como el dodecafonísmo y el expresionismo, para imponer la música tonal como única opción.

De ahí en adelante, esta película se bifurca en dos líneas narrativas: Por un lado está el imparable ascenso de Furtwängler dentro de la vida cultural impulsada por el nazismo, con total acento en la música germana y la supuesta pureza racial; por otro, la brutal represión de la que fue victima el pueblo judío, representado por la joven chelista que gracias a sus dotes musicales se salvó de la muerte en los campos de concentración por los que pasó, ya que los nazis, como bien expresa ella, aún en las peores circunstancias querían contar con una orquesta o banda musical que los distrajera de sus tenebrosas labores de exterminio.

Furtwängler, fotografiado después de la Segunda Guerra, en 1948.

El documental se la juega también por dejar en claro que, más que asimilada con el régimen, la actitud del connotado director orquestal fue acomodaticia. Furtwängler no era un nazi «comprometido» con la causa, sino un engranaje más de la máquina de propaganda que se dejó llevar por la corriente y miró para el lado durante esos años.

Algo así como un cómplice pasivo del Holocausto, que más adelante debió sufrir la «cancelación» por parte de los aliados, hasta pasar el periodo de desnazificación impuesto por las fuerzas vencedoras y poder volver a ponerse al frente de una orquesta. Aunque hasta el fin de sus días, mantuvo el estigma de haber sido un colaboracionista a su manera. Como esas almas que Dante sitúa en el primer círculo del infierno, las de quienes pasaron por la vida sin tomar partido alguno.

Wagner y el nazismo

Especial énfasis pone este documental en la obra de Richard Wagner (1813-1883) y sus alcances políticos durante el Reich. Siempre pesó sobre la lectura de su legado musical un infame panfleto antisemita de su autoría, resguardado en una vitrina en su casa-museo Wahnfried en Bayreuth, que los nazis aprovecharon para sacar partido de la obra del compositor a sus anchas.

Asimismo, Adolf Hitler profesaba una especial predilección por la ópera «Los maestros cantores de Nuremberg», y Winifred Wagner (nuera del compositor y directora del Festival de Bayreuth durante el nazismo), era devota amiga del Führer y comprometida militante del Tercer Reich.

Las óperas de Wagner, ricas en mitología germana, música de gran impacto y sagas heroicas, calzó como anillo al dedo a los nazis y su megalomanía. Algo que el compositor quizás nunca imaginó, aunque claramente su irrefutable antisemitismo fue un caldo de cultivo para que el nazismo se valiera de sus creaciones a su antojo.

«El maestro y la chelista de Auchwitz» es un valioso documento para poner en perspectiva el rol que el nazismo hizo jugar a la música docta durante el Tercer Reich. También para comprender el papel que la misma música jugó para salvar la vida de Anita Lasker-Wallfish y tantos más. Dos mundos en choque (el maestro y la cellista), dos seres humanos unidos por la música y separados por la política, en un tiempo de horror y desesperada lucha por la sobrevivencia.

Para ver la información en la web de la Deutsche Welle en español, haz click aquí https://www.dw.com/es/m%C3%BAsica-cl%C3%A1sica-en-el-tercer-reich-el-maestro-y-la-chelista-de-auschwitz/a-63418797

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