
Por José Luis Arredondo A.
Isabel y Miguel son un matrimonio emergido de lo más profundo de la llamada clase media chilena, él tiene un pequeño pero exitoso taller de muebles y ella es dueña de casa. Todo marcha bien gracias a que Miguel ha logrado hacer «negocios» con el coronel encargado de las adquisiciones del ejercito, destinando parte de sus ganancias al bolsillo del uniformado obviamente, y así las ventas están «aseguradas».
De modo que hay motivos de sobra para celebrar en año nuevo, junto a la familia, los vecinos y la fiel nana de la casa. Corren el espumante y el vino, brilla el cotillón y la comida no falta. Todo es alegría al ritmo radial de La Sonora de Tommy Rey y su clásico «Un año más».
Para nosotros la historia de la pareja empieza y se detiene cada año la noche del 31 de diciembre y los primeros minutos del 1 de enero; no sabemos qué ocurre los otros 364 días de su año, sólo que a medida que va pasando el tiempo la situación se deteriora, y el espumante, el cotillón, la música y los brindis son cada año menos alegres y menos entusiastas. Eso hasta un final que da cuenta del «estado de las cosas» para miles de matrimonios como Miguel e Isabel, la mayoría silenciosa al que el poder político y económico promete cada tanto transformarle su vida en la copia feliz del Edén.
«Año Nuevo» es una muy negra y ácida comedia, un recorrido hilarante al comienzo y trágico al final, con esta pareja que a medida que pasa el tiempo va viendo como se degrada y disminuye notoriamente su calidad de vida, gracias a las leyes del mercado y la globalización de la economía chilena. Sus penas y alegrías son las mismas que sufren y gozan la mayoría de las parejas de nuestro país. Chilenos que han vivido el lento y paulatino despojo de su bienestar desde los albores de la dictadura y hasta nuestros democráticos días.
Es una comedia que la Compañía de Teatro Viaje Inmóvil (que antes realizó ‘Otelo’, ‘Gulliver’, ‘Chef’), dota de gran teatralidad gracias a su notable uso del llamado «Teatro de Objetos», en los que muchos personajes son «encarnados», en este caso, por solo dos actores (Paulina García y Jaime Lorca) quienes mediante el uso de máscaras o manipulando objetos (una lámpara pasa a ser en un momento el padre de Isabel y una maceta con un globo y una gorra el coronel), llenan la escena de una permanente e incesante acción que sintetiza esa noche de fiesta que año tras año pierde calidad y alegría.
Más allá de su lúdica teatralidad, la forma teatral por la que opta la compañía permite tomar distancia y centrar nuestra percepción en la crítica social que late durante todo el desarrollo de la obra. Una asertiva y tragicómica crítica a un sistema económico que ha empobrecido a la gran clase media chilena, que ha destruido la industria nacional y ha asfixiado a los pequeños comerciantes como Miguel, que no pueden competir contra gigantes de las exportaciones como China y otros países que nos invadieron con productos de mala alidad a precios que no resisten competencia.
Paulina García y Jaime Lorca juegan a concho sus roles en una entrega de mucha calidad interpretativa. Cada cual asume diferentes roles, a veces casi al unísono o por breves segundos, y logran plasmar con el mundo en derrumbe que fiesta tras fiesta de año nuevo empuja al matrimonio hacia su final.
«Año Nuevo» se puede catalogar de comedia negra, pero es bastante más. Su ácida crítica también está revestida de drama, lo que amplía y enriquece la mirada sobre los problemas que pone en escena a través de la pareja y se convierte en un claro espejo de nuestra realidad cotidiana, la realidad que vivimos los ciudadanos de a pie, lejos de los círculos de poder pero sufriendo las consecuencias de las decisiones que se toman en las altas esferas de la política y la economía.
Compañía: Viajeinmóvil
Coproducción: Viajeinmóvil – GAM
Dirección y Dramaturgia: Rodrigo Gijón, Paulina García y Jaime Lorca
Intérpretes: Paulina García y Jaime Lorca
Producción: Viajeinmovil
Asistente de Dirección: Sebastián Ramírez
Música Original: Juan Salinas
Diseño de Iluminación: Tito Velásquez
Diseño Escenográfico: Eduardo Jiménez
Diseño de Vestuario: Macarena Ahumada
Coreógrafo: Gonzalo Beltrán
Maestra de Baile: Francisca Infante
Asistentes de Baile: Manuel Almonacid y Antonio Chuaqui
Realización Escenográfica: Andrés Rebolledo y Tomás O’Ryan
Máscaras: Tomás O’Ryan
Técnico de Sonido: Franco Peñaloza
Si te gusta este contenido, déjanos un comentario