La soprano chilena y el barítono Javier Arrey retornan al Teatro Municipal de Santiago para encarnar los roles de Violetta y Germont; en el otro elenco, será la soprano italiana Francesca Sassu quien tendrá el rol titular. A estas voces se sumarán el Coro del Municipal de Santiago y la Orquesta Filarmónica de Santiago, cuya dirección se alternará entre su director titular, Roberto Rizzi Brignoli; y su director residente, Pedro-Pablo Prudencio.
«La Traviata», la ópera más popular de todos los tiempos, la más representada en el mundo y la que cada vez que sube a escena genera gran interés del público, regresa este 2022 al Teatro Municipal de Santiago, y en esta oportunidad lo hace en versión de concierto (sin escenografía ni vestuario).
La clásica creación de Giuseppe Verdi estará en escena desde el jueves 25 de agosto al sábado 3 de septiembre de 2022, con dos elencos que reúnen destacadas voces nacionales y extranjeras.
En uno de los elencos debuta en el rol de Violetta Valéry la soprano chilena Yaritza Véliz, que viene de cantar el rol de Mimí en «La bohème» en Gyndebourne, Inglaterra. Junto a Yaritza, estarán dos cantantes argentinos de destacada trayectoria y que ya son conocidos por el público del Teatro Municipal: el tenor Santiago Ballerini, en el rol de su amado Alfredo Germont; y el experimentado barítono argentino Fabián Veloz interpretará a Giorgio Germont, padre de Alfredo, quien interviene en el segundo acto para separar a la enamorada pareja.
En el otro elenco, el personaje de Violetta será interpretado por la soprano italiana Francesca Sassu, en lo que constituye su debut en el Municipal de Santiago. Junto a ella, estará el tenor chino Long Long, en el rol de Alfredo Germont, en tanto el barítono chileno Javier Arrey cantará el papel de Giorgio Germont,
El personaje de Flora, amiga de Violetta, estará interpretado respectivamente por las mezzosopranos chilenas María Luisa Merino y Evelyn Ramírez.
Una ópera íntima y revolucionaria
Basada en la novela “La dama de las camelias”, de Alejandro Dumas hijo, «La Traviata» es una ópera protagonizada por Violetta Valéry, una mujer de espíritu libre (algo completamente inédito al momento de su creación, en 1853) y que habla de un amor prohibido, ya que ella y su amado Alfredo Germont se ven impedidos de amarse a causa de las estrictas normas de la sociedad.
Esta historia da cuenta de un romance que vivió el propio autor de la novela, Alejandro Dumas hijo, y refleja también la propia intimidad de Verdi. El gran compositor italiano vio la obra de teatro «La Dama de las Camelias» en París en 1852, y se conmovió con el drama que viven sus protagonistas, Margarithe Gautier y Armand Duval. En ese momento, Verdi ya llevaba 10 años viudo, debido a la temprana y trágica muerte de su esposa y sus dos hijos, y mantenía una relación de pareja, fuera del matrimonio, con la soprano Giuseppina Strepponi.
Este amor prohibido fue duramente criticado por su entorno en Italia, y Verdi -que entonces tenía 40 años- encontró en la obra de teatro de Dumas la ocasión perfecta para arreglar sus cuentas personales con la «corrección social» que había juzgado tan fuertemente a Giuseppina y a él.

En un trabajo conjunto con el libretista Francesco Maria Piave, Verdi adaptó el texto francés y volcó toda su emoción en esta ópera en que rompió todos los moldes y que tituló «La Traviata», es decir, «La desviada». Los protagonistas de la historia de amor cambiaron de nombre; Margarithe pasó a ser Violetta y Armand, Alfredo, y, tal como en la obra de teatro, su honesto amor se ve impedido por las convenciones de la sociedad.
Con Violetta Valéry, Verdi le dice al mundo que una mujer que no se ha comportado correctamente de acuerdo a los cánones predominantes y que ha llevado una vida casquivana, es también una mujer bella, noble de corazón y capaz de entregar el amor más puro y comprometido, al punto de llegar al sacrificio.
No solo eso. Verdi presenta en forma directa la enfermedad de Violetta, la tisis (incurable en ese tiempo) y la hace toser en escena y morir en una agonía realista que musicaliza para conmover al espectador con la emoción de un injusto martirio.
Para acentuar esta dimensión crítica de su nueva ópera, Verdi quiso que en el estreno en el teatro La Fenice de Venecia, el 6 de marzo de 1853, el elenco de cantantes usara un vestuario contemporáneo, de modo de que lo que sucedía en el escenario interpelara directamente al público. Esto fue considerado demasiado osado (nunca había ocurrido algo así en un teatro de ópera) y la censura lo prohibió. Así, en esas primeras funciones, «La Traviata» estuvo ambientada en el 1700. Hoy, los teatros de ópera del mundo -siguiendo el concepto del compositor- tienden a representarla con vestuarios contemporáneos.
Por cierto, considerando todos estos elementos, el estreno de «La Traviata» fue un auténtico fracaso. El público veneciano no soportó tal carga de crítica social junto a este realismo de la enfermedad letal, con las muestras de debilidad de Violetta y su agonía del tercer acto, y la ópera fue abucheada por violenta y de mal gusto. Sin embargo, la original y potente creación musical de Verdi se impuso a las pocas semanas, y «La Traviata» se consolidó como un enorme éxito, que perdura a casi 170 años de su estreno.
Un desafío emocionante y exigente
A la hora de su debut en este emblemático y muy exigente personaje, la soprano Yaritza Véliz describe como “emocionante” su retorno al Teatro Municipal de Santiago. “Es muy gratificante y me siento muy agradecida. Es uno de los desafíos más grandes, porque es mi público y mi gente, personas con quienes puedo expresarme y cantar con todo el corazón sobre el escenario”.
La soprano chilena, nacida en la región de Coquimbo, añade que Violetta es un “rol muy técnico y desafiante psicológicamente” y que el formato de ópera en concierto que presenta el Municipal le permite “disfrutar el texto y la música, y solamente transmitir”.

Por su parte, el barítono Javier Arrey comenta que está «feliz y emocionado. Cantar en el Municipal de Santiago y en mi país en general es siempre una alegría y privilegio inmensos. Esta ópera supone un desafío enorme respecto a lograr representarla con la mayor veracidad posible y tratando siempre de que el público pueda verse reflejado, al menos en alguna medida, en los personajes que están sobre el escenario”.
«La Traviata» será interpretadas por la Orquesta Filarmónica de Santiago, conducida por su director titular, Roberto Rizzi Brignoli, y por su director residente, Pedro-Pablo Prudencio, en funciones alternadas. A ellos se sumarán las voces del Coro del Municipal de Santiago, dirigido por su director titular, Jorge Klastornick.
La iluminación está a cargo a Ricardo Castro y la dirección dramática es de Francisco Krebs, en una propuesta que permitirá un desplazamiento de los artistas sobre el escenario que dará coherencia y unidad a esta versión, considerando la historia de la obra y sus elementos simbólicos más relevantes.
«La Traviata» en el Teatro Municipal
Estrenada en el Municipal de Santiago en 1857, a las pocas semanas de la inauguración del teatro, «La Traviata» se ha representado más de 70 veces en el principal escenario artístico chileno. La última de ellas fue hace justo seis años, en agosto de 2016, cuando el rol titular fue cantado por las sopranos Nadine Koutcher y Jaquelina Livieri, con puesta en escena de Pablo Núñez.
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