Película sensible y contenida, «Rara» apuesta por la emoción en el cine chileno

rara3
Las protagonistas de ‘Rara’, el premiado primer largometraje de Pepa San Martín.

 

Por José Luis Arredondo A.

Sara (Julia Lübert) está en la peor etapa de la vida, la preadolescencia. No es niña ni es joven ni es adulta, y tiene de todas un poco; sus hormonas y vida empiezan a revolucionarse, le gusta un compañero de escuela pero no está muy segura, se acerca su cumpleaños número trece y no sabe si hacer o no hacer fiesta, o si hacerla en casa de su papá Víctor (Daniel Muñoz), un muy pequeño burgués prejuicioso y homofóbico, y su actual señora (Sigrid Alegría), o en la casa de su mamá Paula (Mariana Loyola), una abogada que tiene una pareja de su mismo sexo (Agustina Muñoz).

Esto último no es tema para Sara, si bien tiene claro el hecho de que la suya no es una familia de las que en Chile se denominan «normal». Sara está consciente del país y la sociedad en la que vive, así que se cuida de lo que dice respecto a su hogar y transmite ese cuidado a su hermana menor Cata (Emilia Ossandón). Completa el cuadro familiar la abuela de Sara, Icha (Coca Guazzini), una señora más bien conservadora pero que ha sabido adaptarse a la realidad de su hija Paula.

La acción se sitúa en Viña del Mar y todo fluye más o menos dentro de lo habitual, hasta que a su padre se le ocurre, tras un berrinche de Sara, reclamar a la justicia la custodia permanente de ella y su hermana menor. Esto provocará el conflicto que la ópera prima de Pepa San Martín toma como centro de gravedad de la narración y gatilla el curso de los acontecimientos. Víctor demanda a Paula y el ambiente se tensiona al máximo en las nuevas circunstancias, ya que en el fondo ni Sara ni Cata quieren vivir con el papá. Este juicio por la custodia, que vemos un poco de lejos, desde el punto de vista de Sara, sirve a Pepa San Martín para exponer de manera muy certera y aguda una mirada sobre nuestra sociedad de hoy en día y su forma de desenvolverse y enfrentar los conflictos.

Apuesta por la emoción

«Rara» es una película con varios méritos y aciertos. La historia está despojada de todo sentido pedagógico, el conflicto nace con mucha naturalidad desde la trama, y la emoción se instala fuerte por lo reconocibles y queribles que resultan los personajes y las situaciones. No es ni un manifiesto lésbico ni una defensa corporativa de las parejas homoparentales. Es principalmente una historia de amor.

Una cinta que expone, sin dobles intenciones, el día a día de una familia, que aun con la particularidad de su conformación, afronta sus problemas como tantos grupos familiares en nuestro Chile de hoy; un país en el que el tipo de familia se amplió y diversificó, y en el que la tolerancia a la diversidad, en todos sus aspectos, se abre lento pero seguro paso a pesar del conservadurismo de la clase dominante en lo político y económico, que siempre boga por imponer su modelo de sociedad.

No hay aquí alardes de técnica cinematográfica. La cámara, más que indagar o auscultar, acompaña y registra las rutinas familiares, con total naturalidad y soltura, dejando que la acción hable por sí sola. Es una película sobre los afectos y sus facetas, familiar, de pareja, de amigos.

«Rara» está filmada con sensibilidad y delicadeza, es casi una película «de cámara», no elude temas sensibles, pero tampoco se detiene en ellos con morbo o ánimo de impactar. En este sentido es una película sobria y contenida, narrada con claridad de propósitos y punto de vista, y sobretodo con esa cualidad de frescura y al mismo tiempo madurez que tienen las buenas óperas primas.

«Rara», de Pepa San Martín. Con Julia Lübert, Mariana Loyola, Agustina Muñoz, Emilia Ossandón, Daniel Muñoz, Sigrid Alegría, Coca Guazzini y Luz Croxatto. Guión de Alicia Scherson y María Jose San Martín. Dirección de Fotografía de Enrique Stindt. Dirección de Arte de Amparo Baeza. Montaje de Soledad Salfate y Música de Ignacio Pérez Marín.

 

 

 

Si te gusta este contenido, déjanos un comentario

Blog at WordPress.com.

Up ↑

%d