Bruckner y Mahler en el brillante regreso del maestro Francisco Rettig al Municipal de Santiago

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El director de orquesta Francisco Rettig tuvo un aclamado regreso al principal escenario artístico chileno.

Por José Luis Arredondo A.

Tras una ausencia de 30 años, interrumpida por una fugaz aparición en 2003, el maestro Francisco Rettig volvió a ponerse al frente de la Orquesta Filarmónica de Santiago para conducir el segundo concierto de la presente temporada este 15 y 16 de marzo.

El programa incluyó dos obras de enorme relevancia en la evolución de la música docta: las «Canciones a los niños muertos», de Gustav Mahler, y la 4ta. Sinfonía (Romántica), de Anton Bruckner.

El concierto comenzó con el ciclo de canciones de Mahler, compuesto entre 1901 y 1904, en una versión que, a pesar de contar con la orquesta en pleno, resultó de lacerante intimidad. Las «Canciones a los niños muertos» es una selección de poemas originales de Friederich Ruckert (1788 – 1866), autor romántico alemán que escribió más de cuatrocientos poemas tras la pérdida casi simultánea de sus dos hijos de tres y cinco años. Mahler, profundo admirador de Ruckert, seleccionó cinco y los puso en música.

La muerte no era un tema desconocido para el compositor, ya que ocho de sus 14 hermanos murieron a temprana edad, entre ellos Ernest, que le era más cercano y querido. Lo más trágico de la historia es que en 1907, a sólo dos años de estrenada en Viena esta obra, muere su hija María, de tan sólo cinco años de edad. Un dolor que precipita la separación de Mahler y su esposa Alma y que finalmente lo lleva a la muerte.

En esta oportunidad las «Canciones a los niños muertos» fueron interpretadas por el destacado barítono chileno Patricio Sabaté, quién hizo gala de su pericia como intérprete de lieder. La suya fue una entrega íntima, que reflejó el dolor de la ausencia, y también la esperanza de una paz duradera más allá de la muerte que contienen las canciones. En esto fue puntal fundamental la conducción de Rettig. La orquesta resultó un soporte casi velado, en el que el sonido conservó la trágica intimidad de la obra en toda su dimensión mística. Un momento musical de profunda introspección y recogimiento que el público supo apreciar con un tenso silencio que inundó la sala durante toda la pieza.

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El destacado barítono chileno Patricio Sabaté.

Un breve intermedio y entramos de lleno a la monumental obra de Bruckner (1824 – 1896). La Cuarta Sinfonía, ‘Romántica’, escrita hacia 1874, es una de las piezas más conocidas de este compositor austriaco; se trata de una pieza de gran envergadura que, en sus cuatro movimientos, pone en música un mundo lleno de alusiones a la naturaleza y sus resonancias. El mismo autor apuntó en un escrito que «en el primer movimiento se anuncia la salida del sol, en el segundo una canción, en el tercero una salida de caza y en el cuarto un festival para los cazadores».

Sinfonía de gran aliento (de 70 minutos de duración), en la que el maestro Rettig logró una de las mejores performances de la Filarmónica de Santiago en estas últimas temporadas. La suya fue una ejecución vibrante, de una exultante expansión sonora y llena de vitalidad, donde cada grupo de instrumentos, sobre todo cuerdas y vientos se aunaron para lograr un efecto de portentosa expresividad.

Gran velada en el Municipal, que sirvió para marcar el excelente nivel alcanzado por esta agrupación musical y apreciar una vez más la enorme calidad como conductor del maestro Francisco Rettig.

«Canciones a los niños muertos» (Gustav Mahler) y la 4ta. Sinfonía (Romántica) de Anton Bruckner en el Municipal de Santiago. Miércoles 15 y jueves 16 de marzo a las 19 hrs.

Más información en http://www.municipal.cl

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