
Por José Luis Arredondo.
“Space Invaders”, de Nona Fernández, es un valioso y necesario ejemplo de teatro testimonial, una obra que desde el presente instala una aguda, comprometida, viva y penetrante mirada al horror que significó crecer en dictadura para más de una generación.
En los inicios de la agitada y crucial década de los años 80 en Chile, cuatro chicas preadolescentes comparten estudios, amistad y juegos. El punto de encuentro es la casa de Estrella González, hija de un oficial de carabineros de la época. Ahí, frente al televisor, las amigas juegan “Space Invaders”, popular pasatiempo en los inicios de los videojuegos.
Hoy, ya adultas, tienen recurrentes sueños con Estrella, quien de un día para otro dejó de asistir a clases y de la que sólo años después supieron de nuevo, por una trágica noticia en la crónica roja de los noticieros.
Las cuatro tienen sueños y pesadillas frecuentes con imágenes de esos días escolares; sueños en los que se filtra la imagen de Estrella asociada a violentos hechos acaecidos durante la dictadura de Pinochet. Son tragedias colectivas que traumatizaron a más de una generación y que palpitan fuerte hoy en nuestra memoria.
Teatro testimonial
Basada en la novela homónima de la propia Nona Fernández, «Space Invaders» se instala como un claro y potente ejemplo de teatro testimonial acerca de un oscuro periodo de nuestra historia, y aborda las marcas que éste dejó en nuestra sociedad.
Las amigas crecieron con crímenes brutales a su alrededor, como la muerte de los hermanos Vergara Toledo, la brutal agresión a Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas Denegri y el degollamiento de José Manuel Parada, Santiago Nattino y Manuel Guerrero.

Con los “Space Invaders” de fondo, el montaje se arma como retazos de memoria que juegan con el tiempo y el espacio. Los hechos presentes y pasados, y la necesaria reflexión personal y colectiva sobre ellos, se alternan y superponen como capas. El recurso de los avisos luminosos que marcan el transcurso de los años aporta a la línea temporal de los acontecimientos, y es una referencia para que el espectador no pierda el hilo histórico de los acontecimientos.
Las actuaciones están jugadas desde lo físico y emocional, y denotan un fuerte compromiso que por momentos estremece al público. Es una puesta en escena muy lúdica, y despojada de todo elemento que pueda distraer del discurso humano y político.
«Space Invaders» es una aguda, viva y penetrante mirada al horror de una época reciente de nuestra historia y a sus víctimas, las que murieron y las que sobrevivieron hasta hoy. Un necesario ejercicio de memoria personal y colectivo, hecho con rigor, pasión, compromiso y calidad artística.
Compañía La Pieza Oscura | Dramaturgia Nona Fernández, basada en su novela homónima | Dirección Marcelo Leonart | Elenco Carmina Riego, Roxana Naranjo, Francisca Márquez y Nona Fernández | Escenografía y vestuario Catalina Devia | Diseño de Iluminación Andrés Poirot | Realización y asistencia de diseño Nicolás Jofré | Música Miguel Miranda | Coreografías Claudia Vicuña | Producción Francisca Babul | Coproducción Corporación Cultural de Quilicura, Fundación Teatro a Mil y Teatro UC. Duración 90 minutos.
Funciones hasta el 14 de mayo, de miércoles a sábado, a las 20.30 horas. Más información en http://teatrouc.uc.cl
Entradas en boletería del teatro (miércoles a sábado, de 15 a 20 horas) y en Ticketplus https://ticketplus.cl/events/space-invaders
Si te gusta este contenido, déjanos un comentario