‘La noche obstinada’: transgresión liberadora y memoria de un instante decisivo.

Noche obstinada

Una escena de «La noche obstinada».

Por José Luis Arredondo A.

Con el sugerente título de «La noche obstinada» vuelve a Santiago el coreógrafo trasandino Pablo Rotemberg, quien impactó hace algún tiempo con la excelente «La idea fija». Esta era una obra coreográfica que resumía, en forma de danza, un Kamasutra descarnado y violento, en el que su grupo de danza contemporánea argentino daba cuenta de un despliegue energético y técnico no muy frecuentemente visto en nuestros escenarios.

En esta oportunidad, Rotemberg y un conjunto de bailarines nacionales nos sumergen en la estética y los problemas políticos y sociales de comienzos de los años 90. Una época en la que una democracia recién recuperada se hacía espacio y camino entre la esperanza del reencuentro, la sed de justicia y el tristemente celebre «…en la medida de los posible».

Marco e inspiración de «La noche obstinada» son las míticas fiestas Spandex, que se llevaron a cabo en el Teatro Esmeralda, en calle San Diego, en 1991, y que fueron ideadas por el diseñador Daniel Palma.

Rotemberg recurre en su coreografía, una vez más, a un despliegue físico que lleva al límite del esfuerzo y entrega a sus bailarines. En un conjunto de cuadros de baile, éstos dan cuenta de un mundo underground en el que la búsqueda de sexo se confunde con amor desolado y la marginalidad de jóvenes de todas condiciones sexuales; todo en busca de un lugar de encuentro para romper la soledad y la larga noche que la dictadura saliente había impuesto a más de una generación.

El escenario funciona como un campo de batalla, donde cuerpos desnudos se golpean a sí mismos y unos contra otros al ritmo de una música que evoca el pop de los años 70 y 80.

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‘La noche obstinada’, del coreógrafo Pablo Rotemberg.

«La noche obstinada» se adentra en las metáforas del dominio y la violencia, física y política, a través de un grupo humano que que explora el desenfreno y la alegría, la liberación, con la fantasía del encuentro con la propia identidad y el afecto que tantas veces llega disfrazado de sexo rápido, drogas y la promesa de un futuro mejor.

«La noche obstinada» es un trabajo serio, arriesgado y valioso, realizado con profesionalismo y compromiso. Aquí la transgresión y la provocación sirven para contarnos un instante decisivo de nuestra historia cívica, bajo las apariencias de un relato pop que retrata esa noche santiaguina que añoraba un amanecer que, como la alegría prometida, no terminó de llegar.

«La noche obstinada» de Pablo Rotemberg.

Centro Cultural Gabriela Mistral (Alameda 227, Santiago).

Funciones hasta el 10 de Agosto 2014.

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