Por José Luis Arredondo.

“Lo InNNombrable” (así, destacando la siga de un ser anónimo), es un feroz testimonio sobre el exterminio, a través de nuestra historia, de un número indeterminado de hombres y mujeres parte de la disidencia sexual y también política.
“No se cuánto me quede, llegaré sin ojos, mi carcaza amarrada a rieles, pies en zapatos de cemento. No caminaré, no me llevarán, caeré derecho al fondo: cabeza, tronco, brazos, dedos. A dónde me llevarán? A dónde me volverán a tirar todas las veces que se les antoje?”
Estas palabras en off pronuncia Rodrigo Pérez mientras el público observa en dos pantallas la proyección de un cuerpo que, envuelto en una improvisada “mortaja”, desciende hasta un oscuro fondo en las aguas. Un cuerpo como tantos arrojados al mar tras el Golpe Militar.
Esta es una puesta en escena con mucho de rito ceremonial, una suerte de “In Memoriam” que evoca a todas, todos y todes quienes han sido víctimas, por su condición sexual y/o política, de un estado heteronormado y represor.

Ya desde el inicio el carácter ritual de la obra se hace evidente. Los espectadores ingresan de a dos en una virtual “cápsula escénica”, al son de una hipnótica y un tanto mántrica banda sonora, y se acomodan en unas butacas que sugieren con forma de un ataúd. En el interior de la estructura y con el público ya “reclinado”, se da inicio a lo medular de la ceremonia.
Rodrigo Pérez encarna a un travesti que desde un lugar indeterminado (en otro plano espacio-temporal), narra en un monólogo a brutalidad y violencia a la que fue sometido por el solo hecho de ser homosexual. Es una historia dolorosa que se extrapola a otras víctimas de la misma violencia homofóbica y política.
Apuesta surreal y de gran fuerza emocional
El relato se apoya en imágenes que se mueven entre lo real y lo onírico, trabajadas desde una perspectiva surreal y apoyadas por un sonido que acentúa el carácter ceremonial a nivel de atmósfera. La cercanía del público, tanto con los otros y otras espectadores como con el actor, crea un ambiente íntimo y casi vulnerable, que potencia la emoción y complicidad con la propuesta.
La actuación de Pérez, impregnada de fuerza interpretativa, emociona y golpea. Es una entrega intensa, jugada, a ratos demoledora, de gran esfuerzo físico y emocional, e impregnada de verdad escénica. Esta es una labor actoral que sin duda estará entre las mejores y más logradas por un intérprete este año en que volvió la presencialidad.

Destacable es la calidad del dispositivo teatral, que consiste en una gran estructura metálica que permite la acción del intérprete, que por momentos es más de uno, en diversos planos físicos, lo que acentúa el carácter envolvente del montaje.
Por el alto nivel de sus componentes, «Lo INNombrable» se instala desde ya entre lo muy bueno de la temporada teatral 2022.
“Lo INNombrable”, en el Centro Gam hasta el 27 de marzo. Miércoles, jueves y sábado 21 horas, domingos a las 20. Cupos limitados: 20 espectadores. Dirección: Nacho García. Textos: Juan Claudio Burgos. Diseño: Eduardo Jiménez y Ramón López. Espacio sonoro: Alejandro Albornoz. Intérprete: Rodrigo Pérez, acompañado de Consuelo Cerda, Claudia Vicuña, Eduardo Cuadra y Daniel Ibañez. Compañía Teatro del Uno.
Si te gusta este contenido, déjanos un comentario