
Por José Luis Arredondo.
Un meme muy divertido, que aparece cada tanto en redes sociales, muestra a un joven en una biblioteca pública que le pregunta a la encargada por el libro «Minería sustentable», y la bibliotecaria lo envía a la sección ciencia ficción. Ese chiste encierra una quemante verdad que «Mauro», de Lafamiliateatro, aborda de manera directa sobre el escenario.
Estos son los hechos: En 2006 comienza a funcionar el tranque de relaves mineros “El Mauro”, en el valle y el poblado del mismo nombre, en la Región de Coquimbo. Es una fosa que recibe los desechos tóxicos de la minera Los Pelambres, propiedad del grupo Luksic, y que está diseñado para contener 1.700 millones de toneladas de residuos, que contienen estroncio, arsénico, óxido de silicio, plomo y varios químicos más.
Se trata de un proyecto minero ampliamente rechazado por la comunidad maurina y por las organizaciones medioambientales, que advirtieron el daño que dicho tranque provocó en las aguas del rio Choapa, el estero Pupío, los humedales de la zona y el patrimonio arqueológico diaguita presente en el lugar.
La resistencia tomó luego forma en una huelga de hambre, llevada a cabo en 2010 por 11 comuneros durante 81 días; una acción escasamente cubierta por la prensa nacional y que finalmente quedó en nada.
Esta es la ficción que presenta la obra teatral: Han pasado 10 años desde entonces y otro grupo de maurinos, entre los que se cuentan algunos de quienes estuvieron en la huelga de hambre, retoman la lucha contra la minera por el daño causado en la zona. Esta vez, los habitantes del lugar tienen el firme propósito de llevar hasta las últimas consecuencias la acción política, con la esperanza de que las autoridades del poder central tomen medidas en favor de esa comunidad que vio como su hábitat fue convertido en una nueva “zona de sacrificio» en nuestro país.

“El Mauro”, de la compañía Lafamiliateatro (que antes realizó «Painecur», «Niña astronauta y «Todas las aves»), articula desde lo escénico esta lucha social, en la forma de las tensiones que surgen al interior del grupo de huelguistas mientras llevan adelante su propósito.
El objetivo del grupo humano es claro, preciso, y aúna voluntades, aunque de igual forma surgen desacuerdos y debates por cómo llevar a buen término la lucha contra la minera. Son estas tensiones, roces, debates, polémicas y quiebres los que la obra instala desde una mirada militante y combativa, y desde las claves del teatro brechtiano mayormente.
«Mauro» entrega de manera precisa los antecedentes objetivos para que el espectador articule, en un ejercicio dialéctico a la par de los actores y actrices, el mapa del conflicto y sus consecuencias. Aquí radica la principal fortaleza de la obra, que privilegia una puesta en escena lo más depurada posible en lo estético, y que deja que el elemento ideológico prime fundamentalmente.
La propuesta teatral también se ve enriquecida por una mirada que se expande también hacia lo surreal en algunas escenas, como una forma de dotar de una lectura más profunda y variada las posibilidades de la puesta.
“Mauro” se inscribe en un teatro de fuerte compromiso social y político, que desde la ficción basada en hechos reales, pone frente a nosotros un conflicto ocultado e invisibilizado por los medios de comunicación oficiales. Y lo hace con gran calidad artística, convocando todos los elementos escénicos que hacen posible la comprensión del conflicto y sus antecedentes.
Es una obra necesaria, como lo son aquellas que ponen el dedo en alguna de las tantas llagas que cubren nuestro cuerpo social. «Mauro» evidencia con hechos de la causa el daño que la Gran Minería provoca al medioambiente, al ecosistema y a las vidas humanas y animal, y expone a la comunidad el drama que causa un poder que solo considera objetivos de enriquecimiento económico, sin medir las consecuencias con una mirada más amplia y diversa que el mero lucro.
Dramaturgia y dirección: Eduardo Luna / Asistente dirección: Pamela Alarcón / Diseño integral: Javiera Severino, Karla Rodriguez y Javier Alvarado/ Elenco: Felipe Lagos, Nicole Morales, Alexis Moreno Venegas, Paly Pavez y Sebastián Silva Rodríguez.
Teatro Mori Bellavista. Hasta el 10 de octubre a las 19 horas. Entradas a través de Puntoticket. $7.000.- general, $4.000.- estudiantes y tercera edad.
Nuevas Funciones: Del 30 de junio al 17 de julio, de jueves a domingo en el Teatro Finis Terrae.

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