Nueva obra de Manuela Infante, “Cómo convertirse en piedra”, reflexiona sobre la vida, lo humano y lo mineral

Por José Luis Arredondo.

Una piedra no nace, se hace. El tiempo y la naturaleza esculpen su forma, su densidad, su color. Están ahí desde mucho antes que nosotros, y probablemente seguirán ahí cuando ya seamos pasado. Los minerales son la carne de nuestro planeta, la materia de la que está formada la superficie y la profundidad de la tierra. Su extracción ha significado para la raza humana avance y progreso, aunque desde tiempos inmemoriales también ha cobrado en vidas su explotación.

“Cómo convertirse en piedra”, trabajo escénico escrito y dirigido por Manuela Infante (autora de «Estado Vegetal», «Realismo» y «Xuárez» entre otras), es una aguda y singular reflexión sobre la vida, lo humano y lo mineral, articulado desde lo escénico.

En un espacio de superficie con relieves que semejan montículos, tres figuras (un hombre y dos mujeres) se mueven junto a muñecos que semejan sus dobles. Del interior de estos muñecos, en algunos momentos, se extraen piedras, con el fin de plantear una reflexión sobre lo humano y lo mineral en cuanto diferencias y semejanzas. Nuestra carne tiene fecha de caducidad, en tanto la piedra es perenne, pero en algún nivel, o niveles, de existencia, ambas naturalezas se tocan, se relacionan y se modifican en la interacción.

El devenir de estas figuras, y su acción en este espacio simbólico que puede no necesariamente representar nuestro hábitat terrestre, sirve a Manuela Infante para establecer un conjunto de disquisiciones sobre el tiempo y su transcurso, la muerte, la vida (y lo que entendemos por tal desde nuestra estrecha perspectiva humana), lo material y las posibles formas de existencia en otros mundos.

También se establece una meditación sobre el daño irreparable a la salud de quienes por años trabajan expuestos a la interacción con materiales de desecho mineral, los que terminan por destruir el organismo que durante un prolongado periodo absorbe lo que desprende la piedra.

La dirección, a cargo de la propia autora, imprime un ritmo pausado, que permite detenerse en un texto que viaja por diversas consideraciones sin perder en centro ni el eje medular de la propuesta. Es un trabajo que llama a mirar y reflexionar sobre la existencia desde un punto de vista que trascienda lo neta y puramente humano. Y lo hace desde un espacio que, envuelto en luces de atmósfera surreal, permite fijar con claridad la palabra que se escucha y también se lee. Es, en resumen, un llamado a mirar la existencia más allá de nuestra naturaleza como forma excluyente.

“Cómo convertirse en piedra” nos moviliza a pensar sobre la existencia en un sentido amplio y diverso, y lo hace desde lo intelectual y lo sensorial. Hay en su forma una clara impronta simbólica, onírica, surreal, y metafórica, que utiliza el espacio escénico como un lugar privilegiado para establecer una síntesis sobre todas estas variables y cuestiones.

«Cómo convertirse en piedra». Un trabajo escénico escrito y dirigido por Manuela Infante. Diseño integral de Rocío Hernández. Diseño audiovisual y programación sonora-lumínica de Alex Waghorn. Con Marcela Salinas, Aliocha de la Sotta y Rodrigo Pérez.

Hasta el 17 de octubre en Matucana 100 (Metro Quinta Normal). Jueves a sábado a las 20 horas. Domingo a las 19 horas. Entradas a $6.000.- y $3.000 en http://www.m100.cl

Nueva temporada: Del 4 al 21 de agosto 2022, en Matucana 100.

Crédito Fotos: Marcuse Xaverius (Marcos Ríos)

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