«Mujeres arriba» es una tediosa y conservadora mirada al humor y al amor

Por Vicente González

El cineasta Andrés Feddersen dirige, produce y escribe la película chilena “Mujeres arriba” (2019), un producto audiovisual que nació 30 años tarde. La actriz Loretto Bernal, además de ser la coproductora y coguionista, interpreta a Teresa, un personaje que al igual que la trama, es simple, poco atractivo y burdo.

La trama gira en torno a la difícil vida sexual de Teresa y sus dos mejores amigas, Magdalena (Natalia Valdebenito), y Consuelo (Alison Mandel), y el conflicto se desata a partir de la infidelidad por parte de la pareja de la protagonista. Teresa ha llevado por largos años esta única relación, siente las inseguridades que esto conlleva y decide, de ahora en adelante, no comprometerse con sus potenciales parejas sexuales. Magdalena y su marido lidian con su vida de casados poco satisfactoria al no sentir la atracción de antaño, y Consuelo no se siente a gusto debido a la eyaculación precoz que sufre su novio, a meses de concretar su matrimonio.

El problema de todas las interacciones es la manera de abordarlas y el rápido cambio que sufren, ofreciendo un mensaje vacío y desconocido para la misma cinta. Resulta irrisorio que luego de la primera noche de sexo casual que experimenta Teresa, ella termine aconsejando a sus amigas, siendo la más inexperta de las tres, y conservando esta actitud durante la totalidad de la cinta.

Magdalena y su marido aparentemente solucionan sus problemas volviendo a sentir deseo por el otro, en una relación sin desplazamiento debido a que no lo resuelven de manera sana; esto es, con un cambio real que dicte que la crisis no se repetirá. Por último, Consuelo continúa manipulando a su novio, al sostener las mismas actitudes infantiles que manifestaba desde el comienzo.

La cinta se jacta de poseer un mensaje feminista al incorporar tres mujeres en roles principales cuyas vidas giran en torno a los hombres y, a su vez, no termina de decidir si quiere ser efectivamente una comedia o un compilado de sketches. Ejemplo de ello son escenas como la primera, en donde el mundo construido parece no entenderse y olvidarse convenientemente con tal de impulsar la narrativa mediante una vacía caída de la protagonista con ánimos poco cómicos, chiste que tristemente se repite dos veces más. 

Las actuaciones son otro problema, acompañadas de diálogos convenientes y poco realistas. Si bien éstos pueden ser dichos, en su mayoría, por profesionales, la dirección de los mismos deja mucho que desear puesto que todos parecieran hablar de la misma manera y reaccionar de forma sobreactuada e infantil, con la notable excepción del actor Cristián Riquelme, quien interpreta a uno de las amantes de Teresa. 

Otro punto sumamente desconcertante es el personaje eterno de Consuelo (Alison Mandel). Resulta bajo hablar como un infante o gemir lastimosamente como un perro, con tal de aparentar una ternura inexistente que solo puede gustar a sus seguidores.

Aspectos como el sonido y la fotografía no se trataron con un debido cuidado. Situaciones en donde claramente se pierde el raccord, crean una puesta en escena asincrónica y poco desarrollada, que resulta en ambientes y atmósferas plásticas y poco verosímiles. Cabe decir que el mismo Andrés Feddersen y Loretto Bernal estuvieron a cargo de la supervisión musical y de color.

Al momento de su estreno en streaming, «Mujeres arriba» alcanzó el primer puesto dentro del top 10 de Netflix en Chile. En IMDB, en tanto, obtiene al día de hoy un sólido 3,6 sobre 10. En su paso por los cines chilenos, a principios de este año, logró vender cien mil entradas, reafirmando una vez más que se puede engendrar un producto rentable mostrando la realidad y los interesantes problemas de los habitantes más acaudalados de Santiago.

Lamentablemente, productos como este se han tomado la industria comercial en el país y al ser tan lucrativos, las productoras claramente no soltarán la gallina de los huevos de oro. Principalmente porque es sencillo llenar la producción y el plató con rostros muy conocidos, encuadrar planos con poca profundidad de campo y llamar al resultado “cine”, puesto que el ego es más poderoso y se llena apareciendo más de cinco veces en los créditos.

2 thoughts on “«Mujeres arriba» es una tediosa y conservadora mirada al humor y al amor

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  1. El mismo problema tenemos en México (y creo que en toda Latinoamérica en general) con el cine. Casi nunca hay propuestas arriesgadas, la industria prefiere usar la misma fórmula una y otra vez en lugar de innovar, vemos siempre a los mismos actores, las mismas situaciones y clichés. Curiosamente Netflix se ha convertido en una plataforma prolífica para este tipo de bodrios; mientras en otros países como Corea o Alemania se invierte en producciones de calidad, a nosotros nos dan más de lo mismo.

    En fin, lo mejor por el momento es simplemente pasar de estas películas, a ver si en el futuro entienden que se pueden hacer cosas mejores. Saludos.

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