Por José Luis Arredondo.
Claude’s Cave (el misterioso mundo de Claude Debussy), es mucho más que un conjunto de coreografías al ritmo de la música compuesta por el francés Claude Debussy (1862 – 1918). Primero porque no es el único músico «invitado», ya que también se dan cita compositores como Johan Johannsson, Murcof, Oskar Schuster, Peter Gundry, Nils Fram, Wim Mertens y el conjunto Theran Vocal Ensamble. Y segundo porque es un espectáculo que se estructura en base a imágenes arraigadas en obras de artistas como Baudelaire, Poe, Odilon Redon y Gustav Klimt.
Ya al ingresar a la sala nos encontramos en el primer plano del escenario con una mujer vestida con un viejo traje de novia. Una imágen que me evocó la Madelene de «La Caída de la Casa Usher» (Poe) o la Señorita Havisham, de «Grandes Esperanzas» (Dickens).
Tras ella y con un gran uso de todo el espacio escénico, el grupo de bailarines y bailarinas despliega un conjunto de coreografías que recrean imágenes como sacadas de la mente de esa misteriosa «novia». Son imágenes oníricas, surreales, inquietantes, que nos remiten a mundos alejados de lo concreto, y que nos sumergen en el material que habita en la psiquis humana.
El despliegue de los cuerpos se disemina por una escena que privilegia los claroscuros, acentuando el carácter ensoñador de la propuesta, y ocupando elementos (un sillón con ruedas; una bailarina en zancos, una plataforma desde la que caen los cuerpos) que enriquecen una obra que por momentos se acerca tanto a lo teatral como a lo danzístico. Hay una cualidad hipnótica en la música elegida, que las coreografías acentúan por momentos, logrando un efecto que nos sumerge en esos mundos imaginarios e imaginados por los simbolistas y surrealistas, mundos que trascienden lo que podemos catalogar de concreto, para sumergirnos en lo solo posible de ser interpretado.
Claude’s Cave es otra muestra de la fecunda creatividad de la coreógrafa inglesa Caroline Finn, y una invitación a soñar y compartir sueños y sus posibles lecturas, y también la oportunidad de disfrutar una vez más de la probada calidad y experiencia del Banch, que en varios trabajos ya, expande sus propias fronteras expresivas.
Coreografía de Caroline Finn. Diseño de vestuario: Carolina Vergara. Diseño de iluminación: Andrés Poirot. Asistente de iluminación: Karl Heinz Sateler. Realización artística de escenografía: Antonio Morán.
Teatro Universidad de Chile. Plaza Baquedano. Ultimas funciones: 6, 7 y 8 de septiembre a las 20 hrs.
Boleteria: 22 978 2480 / 81
Fotos: Patricio Melo.
Si te gusta este contenido, déjanos un comentario