Por José Luis Arredondo.
Desde su primera edición el Festival de Coreógrafos, un encuentro de danza que se realiza en el Municipal de Santiago, es la perfecta instancia para encontrarse sobre un mismo escenario y en una misma función con el ballet clásico y la danza contemporánea en sus máximas expresiones.
Este «maridaje» permite expandir nuestras fronteras en cuanto a la percepción que podemos tener sobre estas expresiones, al tiempo que nos permite aquilatar, al unísono, trabajos en los que el cuerpo, mediante el movimiento, se nos evidencia en todo el potencial expresivo que tiene como instrumento de baile.
En anteriores versiones el Municipal, la casa del Ballet de Santiago, ha recibido la visita del Ballet Nacional Chileno (Banch), la compañía de danza contemporánea de la Universidad de Chile, que es sin duda el cuerpo estable más importante en nuestro país dentro de esta disciplina.
En esta oportunidad aquello no ocurrió, en cambio llegaron hasta el capitalino escenario como invitados, una delegación del Ballet Nacional de Corea a unir fuerzas y talentos para dar forma a la segunda coreografía de las tres que ofreció esta quinta versión del importante encuentro de danza.
El puntapié inicial lo dio el Ballet de Santiago con una bellísima y delicada coreografía del maestro ruso George Balanchine (1904 – 1983), padre del estilo neoclásico y referente mundial de la danza. La obra «Serenade», con música del también ruso P. I. Tchaikovsky, pone en escena el cuerpo femenino en su dimensión más etérea, es una obra más bien abstracta, en la que el movimiento, delicado, tenue y volátil, dibuja en el espacio con bellas simetrías, algo que en su significado podríamos llamar la «expresión de lo femenino». No hay aquí una historia en concreto ni una acción con desarrollo argumental, sino más bien la expresión de un estado de calma y plenitud que se disgrega entre las solistas y el cuerpo de baile. Hay intervención masculina también, pero solo a nivel de acompañante y como sostén para que las bailarinas desarrollen sus movimientos que siempre, y como es base en el ballet clásico, apuntan a la etérea elevación del cuerpo que busca ocupar el espacio por sobre la tierra.
Intervinieron en este cuadro Natalia Berrios, Andreza Randizek, Katherine Rodríguez, José Manuel Ghiso y Miroslav Pejic, quienes junto al cuerpo de baile femenino hicieron honor a la belleza de la obra y su delicada linea expresiva, apoyados en una excelente iluminación de Ricardo Castro.
Unos segundos de pausa que fueron preámbulo de un giro casi violento, porque desde el etéreo universo de «Serenade», siembre bañado en una delicada luz en tono azules, nos adentramos en el feroz espíritu del continente Africano en su más atávica dimensión. «Shape Of Panthers» (estreno mundial), es un viaje al corazón de lo humano y lo animal en tensa y a la vez equilibrada relación dentro de la naturaleza. En un escenario iluminado con fuertes acentos de luz y sombra, cinco danzantes ponen en tensión a un representante del género humano que se ve rodeado de figuras de corte felino que interactúan con el, no es una lucha sino más bien la expresión de un complemento, una acción móvil en la que los cuerpos juegan en un frenesí muy dinámico y expresivo al ritmo de tambores de corte tribal y fuertes percusiones de ecos salvajes. Una obra que nos habla de lo atávico, de lo salvaje y lo primitivo en perfecta sintonía con lo humano.
Punto altísimo de la velada gracias a la notable intervención de los bailarines que dan cuenta de este frenesí con matemática precisión y enérgica expresividad. intervienen la primera bailarina del Ballet de Santiago Romina Contreras junto a Jaewoo Lee, Eunyoung Joung, Heesun Kim y Hojin Jeon. La coreografía es de Hyohyung Kang, la música de Beom Lee y el vestuario de Yoonmin Chung. Notable trabajo de iluminación de Ricardo Castro, uno de los mejores que le he visto.
Intermedio y entramos a una pieza que puede «sacar roncha» en muchos sentidos, «MC 14, 22», a cargo de bailarines del Ballet de Santiago, con coreografía del connotado maestro francés Angelin Preljocaj, es un cuadro que bien puede resultar violento y hasta agresivo. Aquí el cuerpo masculino se ve sometido, mediante el movimiento, a diferentes posturas que lo sacan de su zona de confort y bienestar. Cada bailarín cuanta con una contraparte que lo violenta y somete a distintas acciones que se pueden leer como un desmedro a su integridad, esto en una doble lectura, ya que esa misma intervención a su humanidad nos lleva a dimensionar la expresiva elasticidad del cuerpo humano y todas las posibilidades que ofrece éste como medio expresivo. «MC 14, 22» es una expresión de danza contemporánea sin concesiones, una obra en la que el movimiento se justifica a si mismo independiente de una historia, aunque de fondo podemos leer la pieza como el violento sometimiento del hombre por el hombre y la siempre frágil linea que separa al ser civilizado del bárbaro que abusa del prójimo, también como un tránsito por una existencia que nos violenta desde el nacimiento hasta la muerte, sea esta natural o provocada por nosotros mismos.
Para mi el punto más alto de la velada por todo lo que implica como expresión de arte reflejo de un estado social muy presente y contingente. Participa del cuerpo de baile masculino del Ballet de Santiago, la música es de Ted Zahmal, la iluminación de Patrick Riouy el repositor es Sergio Díaz.
Este 5to. Festival de Coreógrafos me ha parecido uno de los mejores de todas las entregas, primero por la calidad de las coreografías y quienes las levaron a cabo, y en segundo lugar porque me parece bien que se den cita en el Municipal expresiones provocadoras hechas con alta calidad. El público de esa sala es más bien conservador y es bueno sacarlo de vez en cuando de su zona de confort y conminarlo a expandir sus fronteras en lo que hace a la percepción de la danza. Por otra parte nos reafirma la enorme calidad y profesionalismo del Ballet de Santiago, el cual es capaz de escenificar al más alto nivel tanto una obra clásica como contemporánea, eso habla bien de su reconocida versatilidad y preparación.
Mi invitación es a adentrase en estas propuestas, a dejarse llevar por lo que cada obra obra ofrece y a expandir nuestras fronteras mentales, muchas veces acomodadas a límites más bien estrechos y con poca capacidad para asimilar nuevas propuestas.
5to. Festival de Coreógrafos. Municipal de Santiago. 1, 2, 3 y 4 de agosto. Más info en http://www.municipal.cl
Fotos de Edison Fabián Araya.
Si te gusta este contenido, déjanos un comentario