Obra «La Furia de los Amontonados» en el Teatro Camilo Henríquez: El amargo sabor de la derrota

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Por Jose Luis Arredondo A. //

Los amontonados (amontonados en el metro, en el transantiago, en las calles, en los Mall), están furiosos, llevan años así y todo tiene un límite, o debiera tenerlo.
No hay sueños, no hay utopías, sólo cansancio y recriminaciones, no hay posibilidad de triunfo, o al menos es lo que sienten, están entregados a un destino que no les ofrece más que seguir masticando su frustración.
Se saben perdedores, víctimas de su inacción y del resultado de su entreguísmo, cuya peor cara es una democracia falaz, hija de una transición que no fue más que un pacto con la dictadura. Un plato preparado en esa cocina de la cual un vetusto político habló hace un tiempo.
Están reunidos en lo que puede ser un sótano, un lugar en construcción o quizás abandonado, o en obra.
Pero hay un plan, tienen un plan, un propósito que llevar acabo, la última posibilidad de dar un giro a la historia, a su historia y a la del país.

Uno, como espectador, tiene la posibilidad de asistir a esa reunión; un encuentro en un lugar, como ya describí, que puede ser el sótano de una casa abandonada, o un lugar en reparaciones o construcción. Ahí se dan cita los furiosos amontonados para organizar lo que claramente será un atentado, aunque también podría ser un autoatentado, siempre queda la posibilidad del suicidio cuando ya nada puede ser y estar peor, y por lo visto y oído, aquí las vidas tocaron fondo.

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La obra, escrita y dirigida por Jose Luis Caceres, indaga en nuestra historia política desde la década del setenta en adelante, el grupo humano hace referencia al gobierno de Allende, a la dictadura cívico militar de derecha y al nebuloso periodo de la vuelta a la democracia que se denominó transición. En esta reunión, y mientras preparan una carga explosiva, discuten, discurren y divagan sobre sus vidas y el devenir de Chile, en un discurso que se abre de lo político a lo personal y transita por multitud de tópicos.

Entre los autoconvocados hay una pareja que aún no asume del todo su separación, un joven y un hombre mayor. Juntos y por separado, repasan cantidad de hechos en lo que tiene mucho de corriente de la conciencia, están preocupados, y ocupados, en encontrar una explicación al por qué de nuestra actual situación, un país que no ha resuelto casi ninguno de sus conflictos políticos con claridad, limitándose a barrer bajo la alfombra de lo políticamente correcto todo esclarecimiento histórico. Buscan culpables, se miran, se recriminan e intentan dar con una explicación a la miseria de su destino.

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«La Furia de los amontonados» es una obra sobre las cuentas que uno saca con su pasado y su presente, un repaso a lo que se hizo y dejó de hacer, a lo que se hizo mal o en definitiva se frustró, o en el fondo no se quiso hacer, ya por falta de voluntad, ya por falta de decisión. Un «A puerta cerrada» en el que, claramente, el infierno son los otros, y también uno mismo.

El problema a mi parecer es que la pieza abarca demasiado sin lograr apretar mucho, es tal la cantidad de temas que toca, que van de lo político a lo sexual, de las culpas por el fracaso de una relación de pareja; del ajuste de cuentas entre un viejo y un joven, unidos en la derrota; de la relación padres – hijo; que en definitiva la obra se aleja de su columna vertebral – La lectura política – para disgregarse y divagar en temas que daban de sobra para otra u otras piezas dramáticas. Contribuye a esto el hecho de que el espacio escénico no está tratado en forma realista, y esta realidad fracturada o fisurada, permite que entren demasiadas consideraciones a ser barajadas por el espectador, dejando al final cierta sensación de incertidumbre frente a lo visto.

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Con todo, la propuesta se sostiene en un conjunto de actuaciones parejas y que asumen con claro compromiso y energía sus roles. La situaciones están jugadas y logran mantener el ritmo, frenético en muchos momentos, alucinado en otros, y violento las más de las veces, a pesar que hacia el final, el desenlace se extiende a mi parecer más allá de lo aconsejable, para no dejar caer la tensión que impera desde el inicio en el encuentro de los personajes.

«La Furia de los Amontonados», una obra escrita y dirigida por Jose Luis Caceres. Con Claudia Burr; Jose Martínez; Patricio Ruíz y Pablo Jerez.

Teatro Camilo Henríquez. Amunategui 31. Metro Moneda.

Del 2 al 25 de Noviembre, los jueves, viernes y sábado a las 20:30 hrs.

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