José Luis Arredondo A.
Nos gusta conmemorar números redondos y si son 400, mejor, sobretodo que se trata del dramaturgo más iconográfico del teatro mundial. A cuatro siglos de su muerte, el mundo se une culturalmente en torno a la imperecedera figura de William Shakespeare, el dulce cisne de Avon, poeta mayor de la lengua inglesa y el padre del grupo de personajes dramáticos más emblemáticos de la escena universal.
En Chile no nos marginamos de tamaño acontecimiento y desde ya la cartelera acusa recibo de la fecha.
El año teatral y shakespereano parte, como ya es tradición, con el Festival de Teatro a Mil, y dentro de el se dan cita títulos ampliamente difundidos del dramaturgo inglés.
«Sueño de una noche de verano», la genial comedia de equívocos amorosos en la forma de un cuento de hadas, llegó en una singular versión del premio nacional de arte Hector Noguera y el actor Daniel Muñoz, quienes junto a dos payadores, adaptaron este clásico en clave de rima popular. Un «Sueño…» que incluye cuecas y canciones populares y que conjuntamente incluyó el lanzamiento (como libro) del texto adaptado. Propuesta netamente chilena, que contempla funciones en Santiago y Regiones, llena de picardía y poesía popular. La lectura folclórica de una obra maestra.
Original aproximación al universo de Shakespeare resulta «Yorick», el bufón de «Hamlet» del que sólo sabemos por su calavera en la tragedia homónima, aquí nos lleva al mundo del príncipe de Dinamarca. La calavera cobra vida y la tragedia es presentada por el fallecido bufón, quién hila y comenta, cual coro griego, los textos de la tragedia original. Actúa Francisco Reyes, dirige Simón Reyes y la música está a cargo de Rocío Reyes. Sobre la obra señala el actor «Es sorprendente como reacciona la gente, y es muy enriquecedor acercar esta historia, contarla a personas que no suelen tener acceso al teatro», dado que este espectáculo se está presentando en pequeñas localidades y comunas.
Los muñecos (títeres) del popular programa de TV. «31 minutos», nos muestran una versión, según dicen, «exageradamente libre» de la tragedia de los amantes de Verona. Un Shakespeare despeinado y juguetón que se despliega en una lúdica lectura. Una invitación a seguir el amor de «Romeo y Julieta» con imaginación y vuelo y, según su director Pedro Peirano «Un primer paso para que sobretodo los niños sigan viajando con el tiempo por el mundo del teatro, especialmente el de Shakespeare».
Con música, danza y teatro aterriza desde Polonia «Las canciones de Lear», genial cruce entrelazado de escenas de «El Rey Lear» revestidas con música en vivo y ágiles coreografías. Espectáculo que tiene mucho de concierto, oratorio y danza, y que ha llegado precedido de enorme éxito a nivel mundial por la audaz y original aproximación a esta tragedia referencial en la producción del bardo inglés. Dirigida por Grzegorz Bral.
Y finalmente destaco un transgresor y muy particular «Julio Cesar» llegado desde Italia a cargo de Romeo Castellucci (director, escenógrafo, dramaturgo y artista plastico), «Julio Cesar, fragmentos» resulta un trabajo de enorme originalidad y al mismo tiempo desconcertante, como el hecho de que uno de los personajes, durante un discurso, introduce en su cuerpo una video cámara de endoscopía para que veamos sus cuerdas vocales durante la escena. Por su parte, el fragmento principal de la obra – el discurso de Marco Antonio – está a cargo de un actor que sufrió la extirpación de su laringe a causa de un cancer, resultando su «voz», pura vibración. En palabras del director esto resulta mucho más potente ya que el discurso se expresa, literalmente, a través de una herida.
Detalles sobre estas y otras obras programadas, así como salas y horarios, se pueden encontrar en http://www.fundacionteatroamil.cl
Pero Shakespeare no se detiene aquí y sigue su viaje por nuestra cartelera dentro de la linea curatorial del Centro Gabriela Mistral (GAM).
Es así como en Abril se podrá apreciar la adaptación de «Ricardo III» que hizo la directora Jacqueline Roumeau, con un elenco que combina actores profesionales y aficionados, estos últimos, personas en proceso de reinserción social. Original aproximación a un clásico que rebasa lo puramente artístico, convirtiendo este montaje en una relectura de uno de los personajes más complejos del universo del dramaturgo inglés. Será interesante ver el resultado de esta mixtura de arte y labor social.
Ya en el mes de Julio llega el turno a «Titus Andronicus», una revisión del original que siempre impacta por el nivel de violencia y sangre que despliega. De hecho, muchos dudan aún hoy que Shakespeare haya sido el autor de tamaña reunión macabra. Sobretodo que el perfil psicológico de los personajes y la trama no logran equipararse a obras mayores como Ricardo III, Hamlet, Macbeth u otras de este autor. Se puede entender, su escritura, dentro del contexto de los inicios de un dramaturgo que más adelante, con más experiencia y madurez, alcanzaría cotas no superadas aún en el arte dramático. La dirección corresponderá a Sebastián Jaña (Jardín de reos).
«Shakespeare falsificado» es el nombre de la ficción que en noviembre presenta el conocido teatrista Luis Barrales, en ella se muestra a un grupo de actores que descubren un manuscrito original del autor inglés. Estreno en Chile de la versión premiada en Buenos Aires.
Finalmente y en noviembre también, sube a escena «Postales sonoras: Shakespeare a Kina», montaje de «teatro gabinete» con textos del dramaturgo poeta en versiones de Juan Radrigán y Florencia Martínez. Dirige María Jesús González. Trabajo que desarrolla una valiosa linea de inclusión, ya que permite que el montaje pueda ser apreciado por personas con discapacidad visual. Este hecho resulta muy destacable por ser una forma concreta y eficaz de hacer llegar la obra Shakespereana a públicos que no tienen acceso a disfrutar, como la mayoría, de una expresión artística escénica.
2016, el año de Shakespeare, el mejor y más justo pretexto para disfrutar de su gigantesco aporte al teatro universal, desde hace ya 400 años.
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